martes, 11 de febrero de 2020

Comentarios

Hola a tod@s, 
en esta entrada comparto con todos vosotros los comentarios que he realizado para la asignatura de Didáctica de la Enseñanza con nuestra docente Cristina. 

Los comentarios se hicieron en los siguientes blogs: 





Os mando un saludo, 


Sonia 

miércoles, 5 de febrero de 2020

Didáctica: la evaluación - ¿Alumnos o etiquetas?


Me gustaría empezar esta entrada proponiéndoos la siguiente pregunta: 

¿Alumnos o etiquetas?



Como integrantes del sistema educativo, antes como alumno/a y ahora como profesores, hemos vivido en contacto constante con el concepto de evaluación. 
Bajo el nombre de nota, este sustantivo tan temido por los alumnos parece ser, desde siempre, el objetivo clave del proceso de enseñanza aprendizaje. 
De hecho cuando preguntamos a un/a alumno/a qué tal fue el curso (pongamos por ejemplo que estamos a final del curso) la respuesta que nos dará muy probablemente será “he sacado un… en…” o tal vez “aprobé X asignatura” o “suspendí x asignatura”. 
El hecho de que el proceso de enseñanza aprendizaje pueda ser interpretado por el alumno como un recorrido que va mucho más allá de una nota final, parece estar fuera de los esquemas. 
Se relaciona la adquisición de contenidos a la positividad de una evaluación, y por contra, se distingue la falta de conocimiento con el suspenso. 



Ahora bien, ¿sigue manteniéndose esta tendencia en el sistema educativo de hoy en día?


Es obvio que existe una necesidad por parte del sistema educativo de dar cuentas de lo que se ha llevado a cabo en el aula y así mismo definir el sujeto/alumno en cuanto a su progreso en su recorrido académico. No obstante, la introducción de nuevos procesos de evaluación desarrollados en momentos diferentes del año escolar, parecen cambiar en parte la concepción de evaluación. 
En efecto, si antes era el profesor el “dios hecho hombre” quien tenía el poder de etiquetar al alumnado con una u otra nota, hoy en día ese mismo/a docente ha de enfrentarse a otras metodologías de evaluación, condición que le obliga a respetar y ser objetivo con los resultados que proceden de ellas. 
Hablo de etiqueta ya que por experiencia propia (y creo compartida por muchos de nosotros),en mi pasado como alumna he notado un comportamiento clasificador por parte de los profesores, comportamiento que también afectaba la visión del alumnado hacia del alumno en cuestión. 
Es decir, cuando sacábamos una y otra vez una mala nota (independientemente del motivo que sea) entrábamos como alumnos en una espiral de negatividad en la cual nos sentíamos identificados como los que “no saben” o “no estudian”. 
Desafortundamente las opciones que disponía un profesor para poder evaluar a un alumno era muy tradicionales y no iban más allá de la simple evaluación (tanto oral como escrita). 

Hoy en día, por suerte, hemos avanzado mucho en cuanto al tema de evaluación, alejándonos del sistema tradicional examen-nota-clasificación para dar espacios a nuevas metodologías que no sólo convierten a los profesores en evaluadores más objetivos, sino también ofrecen la posibilidad al alumnado de ser partícipes de su evaluación y también contribuir a que la enseñanza del profesor mejore en aquellas lagunas que el/ella puedan crear. 
En efecto, hoy en día se presentan tres tipologías de evaluaciones, cada una de las cuales contribuye a que no sólo el profesor pueda tener una visión global, fiable y válida del proceso de aprendizaje sino que permite también crear un ambiente de confianza y motivación por parte del alumnado. 
Siguiendo el momento en el que se puede desarrollar una u otra evaluación, evidenciamos en primer lugar la evaluación diagnóstica o inicial la cual nos permite definir en qué situación se encuentran los alumnos, el punto de partida desde el que tenemos que empezar. Además de poder ser llevada a cabo de forma escrita u oral también nos permite identificar cuales son los objetivos reales que tenemos que tratar de alcanzar con el alumnado. Para ello, tal y como pudimos aprender en el aula, una fórmula adecuada que podría motivar al alumnado dentro de un aula de lengua es el auto-evaluación del alumnado a través del portfolio de las lenguas. 

Por otra parte, la evaluación formativa, que no sólo sirve para informar al profesor sobre la efectividad de sus acciones (y por lo tanto el aprendizaje del alumno) sino sobre todo al alumno mismo acerca del proceso de aprendizaje. Se puede llevar a cabo en diferentes tiempos, tanto a lo largo de todo el curso como a lo largo de una unidad didáctica o minuto a minuto y el sujeto agente puede ser no sólo el profesor (con herramientas o técnicas diferentes), sino también por el alumnado o empleando la co-evaluación siempre por parte del alumnado. 
Es justamente la evaluación formativa el punto de inflexión entre el pasado y el presente, ya que es justamente a través de esta metodología donde el alumno se ve protagonista de su propio aprendizaje y no simplemente objeto de valoración por parte del profesorado. 
Juega aquí un papel importante el rol de profesor quien no sólo tiene que distinguir las herramientas o instrumentos de evaluación más adecuados para cada momento, sino también tiene que ser capaz de proporcionar un feedback descriptivo (por ejemplo utilizando notas, descriptores de competencias, informes de progreso) que le permita finalmente al alumno (no sólo a sus padres y al profesorado) tomar conciencia de su situación académica. 



Cabe aquí detenernos un instante para hablar de la importancia de la co-evaluación dentro del aula ya que favorece no sólo el aprendizaje colaborativo sino que también facilita el aprendizaje. He de admitir que en el momento en el que empezamos a hablar de co-evaluación lo veía como algo poco objetivo, algo que podría haber sido distorsionado por la sujetividad del alumnado. 

No obstante, el visionado del vídeo "Peer assessment" aclaró mis dudas acerca de la positividad de esta técnica de evaluación y comparto la idea de que ciertamente la co-evaluación es un punto de partida para que los alumnos tomen conciencia de lo que han hecho y lo que pueden hacer (de una forma no tan traumática como puede ser recibir una nota del profesor). 
Finalmente, la evaluación sumativa, probablemente concebida como la más tradicional es aquella que se lleva a cabo en la parte final bien a final del curso, bien de un trimestre o una unidad. Los instrumentos que puede utilizar son múltiples desde rúbricas a checklists aunque es cierto que según mi opinión, queda rastro de una tendencia (en parte forzada) a tener que etiquetar y encasillar a los alumnos dentro de un determinado “nivel”. 



Con respeto a este tema, que no sólo hemos analizado conceptualmente sino que también hemos llevado a la práctica a través de una tarea práctica de creación de rúbricas aplicadas a las actividades de mediación anteriormente creadas (en nuestro caso el Job-interview  role-play), me gustaría terminar esta entrada compartiendo con vosotros el siguiente vídeo titulado ¿Alumnos o etiquetas?que trata sobre los conceptos de clasificación/etiquetas a los alumnos que pueden llevarse a cabo sobre todo por parte de los docentes. 






Yo personalmente creo que cada alumno tiene fortalezas y debilidades que le distinguen de los demás pero es justamente deber del profesor realzar estas fortalezas y remoldear estas debilidades. La motivación y la confianza son el punto de partida para que el alumno emprenda el camino correcto. 




Un abrazo




Sonia 

lunes, 3 de febrero de 2020

Estrategias de comunicación: actividades de aula


¿Qué actividad es la más adecuada para la adquisición de una determinada competencia?
¿Qué tareas son las más apropiadas para un aprendizaje eficaz de una lengua extranjera?
Es obvio que todo profesor, en su lento recorrido hacia la profesionalidad educativa, se ha planteado más de una vez estas preguntas y a menudo ha tenido que reformular sus actividades con el propósito de adaptar los contenidos a los objetivos propuestos. 
Obviamente el conocimiento de una lengua empieza por la realización de tareas heterogéneas, cuyas finalidades se dirigen no sólo al uso escrito del idioma sino al uso práctico u oral. 
Es tarea del profesor proponer actividades de aulas que faciliten la adquisición de una determinada competencia y para ello la elección de una u otra se convierte en acción clave para el aprendizaje de una lengua. 

En las diferentes sesiones realizadas en clase hemos analizado las diferentes actividades  que pueden llevarse a cabo en un aula de lengua, entre ellas la mediación, comprensión, expresión y la interacción. 
Antes de introducir los elementos más significativos de cada una, me gustaría hacer hincapié en la importancia de la mediación como actividad omnipresente dentro del proceso de enseñanza-aprendizaje de una lengua. 
El MECR considera que la mediación se halla tanto en la comprensión como en la expresión (oral y escrita) y hace posible la comunicación entre personas que por cualquier motivo son incapaces de comunicarse entre sí directamente. 
El RD 1041/2017 define más pormenorizadamente sus objetivos (art. 5.1) entre los cuales destacan acciones como la capacidad de trasmitir oralmente ideas, interpretar situaciones, mediar, resumir y trasladar por escrito ideas. 
Estas actividades se convierten así en acciones fundamentales dentro del aprendizaje ya que pueden realizarse tanto de forma escrita como oral. Ejemplos de mediación oral podrían ser la interpretación simultánea, la consecutiva o la informal, mientras que como actividades escritas estarían las traducciones exactas, literarias, resúmenes o paráfrasis. 
La introducción de la mediación como actividad esencial, no sólo por parte del MCER sino también del COMPANION VOLUME, representa un paso fundamental dentro del contexto de la enseñanza de los idiomas. Opino que el alejamiento del enfoque tradicional en el proceso de enseñanza de idiomas que tanto el MCER como el CV han llevado a cabo, y la adopción de un enfoque basado en la co-construcción del significado y el plurilinguismo han sido un hito fundamental que ha de tenerse en cuenta. 
El uso del plurilinguismo como fórmula clave en el aprendizaje de un idioma facilita así mismo una mayor flexibilidad no sólo en el proceso de aprendizaje de una persona sino también su capacidad de adaptación a contextos, culturas y sociedades. 
La actividad llevada a cabo en clase sobre el plurilinguismo ha sido un buen aliciente para entender a fondo el concepto. De hecho, la discusión sobre qué considerásemos fuese el plurilinguismo así como qué perfil plurilingue presentaba nuestro grupo nos ha permitido obtener un enfoque claro del concepto. 
Otra actividad que cabe mencionar es la que hemos realizado en relación a la mediación.
Partiendo del análisis de cómo se podría introducir la mediación en el aula, detectamos la existencia de tres tipologías de mediación: lingüística, conceptual y socio-cultural. A través de ejemplos prácticos (actividad de mediación oral “Os Ancares”; mediación oral-escrita “ser guía de una ciudad”) así como la proyección del vídeo “Antonio Banderas”, hemos puesto en práctica los conocimientos adquiridos para finalmente llegar a la realización de una tarea más compleja basada en la creación de una actividad de mediación. Nuestra actividad, titulada “Job interview role-play” tenía como objetivo el diseño de un cv por parte de los alumnos (adoptando el euro-pass como modelo) y una sucesiva simulación de entrevista entre parejas. Según mi opinión, fue sólo a través de la creación de las actividades cuando nos dimos realmente cuenta de la omnipresencia de la mediación en un contexto de enseñanza de los idiomas. Intrigada por los nuevos conocimientos adquiridos, llevé a cabo una pequeña investigación acerca del tema y me gustaría compartir con vosotros un nuevo concepto que he descubierto que se une perfectamente a este tema: el translanguaging
Se define como “an action undertaken by plurilingual persons, where more than one language may be involved.” Según Colin, “the translanguaging is the process of making meaning, shaping experiences, gaining understanding and knowledge through the use of two languages”. 
Al leer esta definición no pude más que pensar en algo que nuestra docente nos dijo a principio de la primera sesión: nuestros cerebros no están formados por compartimentos estancos sino cada uno de ellos están interconectados entre sí. La adquisición de un idioma conlleva no sólo al conocimiento de una determinada área de la lengua (puede ser gramatical, fonética..) sino que une estos conocimientos a otros de naturaleza diferente (cultural, kinésico, uso de la lengua nativa), lo que podría decirse un translanguaging, el uso de conocimientos previos para crear nuevos. 

Ahora bien, siguiendo con el análisis de actividades que pueden llevarse a acabo en un aula de lengua, también hemos analizado las actividades de comprensión (oral y escrita), las de expresión e interacción. Por lo que respeta la comprensión (intensiva y extensiva), la familarización previa del alumno con el texto/contexto resulta clave. Para tomar conciencia de ello, en clase hemos realizado una actividad titulada “Thanksgiving day” orientando la supuesta comprensión del texto del alumnado a la visión de un vídeo y la puesta en práctica de los conocimientos adquiridos mediante técnicas de gamificación.
En último lugar, respeto a las actividades de producción e interacción oral y escrita, hemos podido detectar que las actividades escritas tienen un carácter temporal mucho más amplio, lo que conlleva tener que adaptar nuestros tiempos a la tarea. Para ello, es necesario que el docente sepa reformular las actividades tradicionales de redacción a otras tipologías más dinámicas y colaborativas tal vez utilizando las TICs tal vez gamificando las tareas. En clase hemos creado una actividad que tenía como objetivo el desarrollo de la producción escrita a través de la redacción de un correo electrónico y su corrección de forma colaborativa. 

Finalmente, por lo que respeta las actividades de producción e interacción oral, hemos podido comprobar que han de considerarse entre las actividades más importantes para un aula de lengua sobre todo por su flexibilidad para poder ser incluidas en cualquier fase del proceso de aprendizaje. 
Junto a mis compañeras, hemos analizados varias páginas webs que nos mostraban múltiples actividades lingüísticas de carácter oral y una vez analizadas individualmente pusimos en común lo que hemos leído. 
Me pareció una actividad muy útil cara al futuro ya que la obtención de nuevas fuentes de información será de gran ayuda en mi recorrido profesional como futura profesora. 
Ha sido un tema muy amplio y ciertamente de gran importancia para la profesión que tanto yo como mis compañeros queremos abrazar, y he de decir que la profundización conceptual de las posibles actividades que se pueden realizar en un aula de lengua ha resultado más que provechoso. 

Un abrazo a todos

miércoles, 22 de enero de 2020

Comentarios Didáctica - Gonzalo

Hola compañeros/as,
a continuación os dejo los enlaces de los comentarios realizados.
Simplemente decir que cada una de las entradas ha sido más que reveladora y aconsejo a todo el mundo que accedan a los blogs y le echen una mirada.



Los comentarios se realizaron en los siguientes blogs:

Adrián Alfonso Fervenza: Tema 1

Andrea Ovejero Freire: Desmitifiquemos la negatividad de errar en las aulas 

Uxía Piñeiro Ogando: Lengua inicial vs lengua materna 





Un saludo!

Sonia

jueves, 16 de enero de 2020

¿Aprender un idioma puede llegar a hacerte olvidar tu lengua materna?


El estudio de las diferencias entre lengua materna, segunda lengua y lengua extranjera ha sido ciertamente un tema que ha llamado mucho mi atención. 
El hecho de ser una italiana viviendo en España y sobre todo el uso constante de una lengua que no es mi lengua inicial ha llevado a preguntarme lo siguiente: ¿Podría algún día llegar a olvidar mi lengua materna? y además, ¿El bilingüismo que he llegado a tener podría afectar mis señas de identidad? He buscado respuestas y efectivamente hay diferentes teorías que defienden la posibilidad de llegar a perder una lengua materna y otras que rechazan este planteamiento. 

Desde una visión personal, salí de casa a los veinte años con un bagaje lingüístico muy básico del español y el italiano como fortaleza. Me identificaban como la italiana y de ello estaba muy orgullosa. Mi idioma materno no era sólo fuente de orgullo para mí sino también el reflejo de la comunidad en la cual me crié, de las tradiciones en las que crecí y las estructuras de los pensamientos y usos kinésikos del cuerpo tan representativos de mi país. 
No obstante, con el paso de los años, el uso continuado del español y la pérdida, lenta pero inexorable del italiano (salvado en parte gracias a las TICs), me pusieron delante una realidad de la que a veces me avergonzaba: de vez en cuando no recordaba mi lengua nativa, tenía (y todavía tengo) dudas acerca de qué palabra es de uno u otro idioma y a menudo desde que lado besar a la gente para saludar (empezar por la derecha o por la izquierda? España e Italia van al revés) o tal vez qué expresión utilizar para empezar una conversación o tal vez despedirme. 
Mi familia se burla a menudo de mis errores y defienden esta pérdida de vocabulario a la elevada capacidad de aprendizaje de otro idioma. 
Por un lado estoy orgullosa de dominar un idioma que no sea el mio pero por el otro no desearía perderlo. Frente a esta situación personal, he tratado de dar respuesta a mi principal duda sobre la posibilidad de llegar a perder el dominio de mi idioma y las conclusiones han sido muy interesantes. 
Según varios estudios, la oxidación de un idioma materno para una persona que se encuentra en un entorno extranjero y habla una segunda lengua es un acontecimiento casi obligatorio. Estar sumergido en un contexto donde la comunicación es obligatoriamente basada en el uso de la segunda lengua, así como la exposición a nuevas formas de pensar y nuevas culturas afectan directamente nuestro cerebro y por lo tanto las condiciones en las que debemos desarrollarnos y vivir. 
Monika Schmid, lingüista de la Universidad de Essex, afirma que “en el momento que empiezas a aprender otro idioma los dos sistemas empiezan a competir entre sí”, hecho que conlleva necesariamente la mezcla de las dos lenguas e un uso paralelo de las mismas. 
Llegar a perder tu idioma materno es una condición que ha de analizarse teniendo en cuenta la edad en la que esto puede llegar a producirse. 
En efecto, me gustaría mencionar el estudio sobre “el mapeo del mantenimiento inconsciente de la pérdida del idioma materno” que tomó como referente 48 niñas chinas adoptadas por familias de habla francesa diferenciándose por el momento en el que fueron adoptadas (desde el nacimiento -monolingues - francés; años o meses después del nacimiento - bilingües francés y chino). 
Los resultados del estudio demuestran que el cerebro reconoce el idioma materno a pesar del uso descontinuado. La actividad cerebral de las niñas bilingües demostró que los fonemas persistían en su sistema mientras que las niñas monolingues que no habían sido expuestas nunca al chino presentaban una actividad cerebral completamente diferente de las bilingües. Según el estudio podemos llegar a entender que un idioma materno no puede llegar a olvidarse del todo, no obstante hay que tener en cuenta que el estudio ha sido llevado con niños excluyendo por lo tanto los adultos como sujetos de ensayo. 
De hecho, desde mi punto de vista, es realmente durante la fase adulta cuando nuestra capacidad de retención/memorística se ve mayoritariamente afectada y no tanto durante la edad precoz cuando el sistema se ve fortalecido por un cerebro mucho más predispuesto al aprendizaje. 


Por lo tanto, ¿qué es lo que puede afectar de forma directa nuestra pérdida del idioma materno? ¿el uso interrumpido de la segunda lengua u otros factores? Para dar una respuesta a tal cuestión es interesante tener en cuenta el factor trauma como elemento capaz de hacernos olvidar nuestro idioma nativo. Ejemplo de ello ha sido el estudio llevado a cabo por Schmid sobre el olvido del alemán de ancianos judíos refugiados tras la Segunda Guerra Mundial en Reino Unido y Estados Unidos. 

Muchos de ellos, debido al trauma vivido, eliminaron completamente de su sistema cognitivo las funciones lingüísticas del alemán, adoptando el inglés como su idioma. 
Por otra parte, la historia del soldado Bowe, secuestrado durante cinco años por los talibanes, quien olvidó por completo el inglés y adoptó como idioma el utilizado por sus secuestradores, el pashto. 


De las situaciones y estudios expuesto he llegado a una conclusión personal: opino que un segundo idioma puede llegar a afectar la capacidad de uso de un idioma materno, no obstante, la pérdida del mismo en gran medida depende de la persona misma. 
En el caso de un trauma emocional es evidente que no se puede llegar a controlar la pérdida del mismo pero en situaciones normales, como puede ser vivir en un país extranjero, hoy en día es posible mantener el idioma, aunque sólo parcialmente. 
Con esto quiero decir que las probabilidades de llegar a perder nuestra lengua materna depende del uso que hagamos de ella: los medios de comunicación, las TICs, nos permiten mantener el idioma aunque sea de una forma parcial (leyendo, escribiendo), por lo tanto considero que depende mucho de la persona (y repito siempre que no haya un trauma emocional o cerebral) el hecho de perder o no su lengua natal. 
Para los que estéis interesados os dejo a continuación tres artículos sobre el tema en los que podréis leer más acerca del argumento. 





Gracias por vuestra lectura!

lunes, 6 de enero de 2020

Presentaciones: Tema 8


Ser un profesor implica vocación y a la vez interés por lo que se quiere enseñar. Dentro de la asignatura de las lenguas extranjeras en el contexto nacional e internacional hemos tenido la oportunidad de desarrollar un tema relacionado con la materia eligiendo el argumento según nuestras preferencias y nuestros intereses. 
La posibilidad de escoger qué argumento presentar a la clase dentro de un listado propuesto por los docentes ha permitido una mayor libertad tanto en el desarrollo como en la exposición del tema, fomentando así mismo el autoaprendizaje y una enseñanza del argumento más amena de lo que podría ser si fuese llevada a cabo, por ejemplo, de forma magistral. 

Durante la exposición de los diferentes contenidos elegidos, tres presentaciones han llamado mucho mi atención: el trabajo por proyecto de Adrián Alfonso Fervenza; la metodología de la respuesta física total de Andrea Ovejero Freire y la sugestopedia de Eva Parada Antón. 
El hilo conductor que une los tres argumentos es sustancialmente el hecho de ser un método internacional de enseñanza aprendizaje de lenguas extranjeras. 
Antes de la presentación tenía conocimiento del trabajo por proyecto, sin embargo tanto la respuesta física total como la sugestopedia era términos totalmente desconocidos por mi parte por lo que puedo decir que estas dos últimas metodologías han sido totalmente reveladoras. 

Empezando por la presentación del trabajo por proyecto (ABP), la exposición hecha por Adrián ha sido muy práctica y la parte teórica aportada ha sido de gran ayuda para la contextualización del tema. En efecto, presentando algunos autores como el pedagogo Dewey según el cual todo lo que se aprende es a través de la práctica o Kilpatrick quien decía que el alumnado tiene que aprender globalizadamente, nuestro compañero ha introducido el argumento de la mejor forma posible empezando por un excursus histórico para luego pasar a la definición del concepto y su puesta en práctica. A través de la exposición del concepto y el uso de diferentes ejemplos, llegamos a la conclusión que el ABP es una metodología de enseñanza aprendizaje en la cual el docente adquire el rol de guía mientras los estudiantes se convierten en protagonistas de su propio aprendizaje. Cabe destacar la mención al uso de las TAC (tecnologías del aprendizaje y conocimiento) y TEC (tecnologías del empoderamiento y la participación) dentro del ABP, términos que han nacido a raíz del uso de la tecnología y parte integrante del concepto actual de aprendizaje. 

En segundo lugar, la respuesta física total de Andrea Ovejero ha sido un tema muy sugestivo y por ello me gustaría hablar del argumento. 
Nuestra compañera, también empleando una línea de investigación basada en la contextualización histórica seguida por una definición conceptual, ha conseguido mostrarnos las diferentes matices del concepto de manera sencilla pero muy clara. 
La respuesta física total ha de entenderse como una metodología que combina el habla con la acción y tiene como principal objetivo el desarrollo de la competencia oral en los niveles iniciales del aprendizaje de una lengua. A través del ejemplo “Simon says”, pudimos entender que el aprendizaje se lleva a cabo mediante la respuesta física de un sujeto tras unos mandatos y tal respuesta ha de realizarse tras la escucha, la observación y finalmente la acción. 
Me parece una técnica muy útil a la hora de enseñar una lengua, sobre todo en la fase inicial, no obstante, como venía comentándole a mi compañera, me surgieron dudas acerca de la tipología de público con la cual puede emplearse. De hecho considero que puede emplearse con todo aquel sujeto que esté dispuesto y pueda recibir mandatos, mandatos que a menudo son llevados a cabo a través de sonidos, el habla y movimientos. Pero qué pasaría si estos mandatos no fuesen totalmente entendidos? qué pasaría si tendríamos como un alumno un sujeto con alguna discapacidad auditiva o visual?
No cabe duda que ha de considerarse un método muy práctico y fácil de emplear pero es cierto que tiene algunas limitaciones que han de ser consideradas. 
De todas formas le felicito a mi compañera ya que ha sabido captura mi atención y enseñarme nuevos conceptos. 


Por último, me gustaría hablar de la sugestopedia definida como un método que intenta aplicar los principios de la sugestología (influencia de la sugestión en la conducta humana) a la enseñanza de segundas lenguas. 
Según lo aportado por nuestra compañera Eva Parada, quien nos mostró los elementos positivos y negativos en relación a esta metodología, la sugestopedia podría definirse como una tipología de enseñanza basada en la potenciación de las capacidades mentales del alumno. 
El uso de actividades estimulantes como puede ser un ambiente relajado, el uso de elementos sensoriales o auditivos como la música, así como una actitud empática por parte del docente, favorecen el aprendizaje del alumno dando lugar a una adquisición del conocimiento que puede ser de tres a cinco veces más rápidas. 
Personalmente la considero una metodología muy interesante aunque su aplicación exigiría espacios específicos para una correcta puesta en acto. 
Comparto con Eva la visión de la sugestopedia como un método innovador aunque debería llevarse a cabo combinándose con ulteriores métodos que dispongan de mayores fundamentos y sobre todo con docentes específicamente formados en cuanto a clases de sugestopedia.
Ahora bien, quiero felicitarles a mis compañeros por sus trabajos, cada uno de ellos bien planteados y sobre todo útiles a nuestra formación como futuros profesores.

Un saludo 

Sonia Ferro