miércoles, 11 de diciembre de 2019

LAS CERTIFICACIONES: España vs Italia. Tema 3


La implementación del MCER (CEFR en inglés) ha de considerarse un hito importante dentro del contexto europeo. A través de su implementación se ha podido establecer una estandarización de los patrones descriptivos del dominio de uno o varios idiomas, así como se ha favorecido la comparación y la homologación de los diferentes títulos emitidos por cada entidad certificadora o Estado miembro. Un avance fundamental si consideramos la necesidad de adaptación a la globalización y la fuga de cerebros también llamada MAC (migración altamente capacitada). 

Ahora bien, tras el análisis de los elementos principales que conforman el marco y el estudio pormenorizado de los niveles establecidos (A1/A2-B1/B2-C1/C2), el tercer tema investigado en clase inherente a “La enseñanza-aprendizaje y certificación de lenguas extranjeras por las instituciones internacionales”, considero ha sido un argumento muy interesante para entender la vastedad de entes emisores, asociaciones y certificaciones de lenguas existentes en el contexto europeo. 
Ahora bien, teniendo en cuenta que tanto España como Italia, son países en los que la titulitis es un fenómeno muy presente, me gustaría compartir con vosotros/as algo que ha llamado mucho mi atención acerca de las certificaciones de estos dos idiomas. 
La elección del cual ha de ser la certificación más adecuada en lo referente al español, el Instituto Cervantes facilita la tarea, presentándose como único ente emisor de diplomas que certifican el conocimiento de la lengua. Otorga, en nombre del Ministerio de Educación y Formación Profesional de España, el DELE (Diploma de Español como Lengua Extranjera), título oficial acreditativo del grado de competencia y dominio del idioma adaptándose a los diferentes niveles del MCER. 

En contra, Italia presenta una multitud de certificaciones de la lengua italiana que dificultan la tarea de elegir cuál es la mejor opción para un sujeto que desea certificar sus conocimientos. 
Actualmente las principales certificaciones son cinco, sin tener en cuenta aquellos diplomas que otorgan las competencias necesarias para la enseñanza de italiano como segundo idioma. 
Las certificaciones son las siguientes:  CELI, CILS, IT-Roma 3, PLIDA, AIL.Veámoslas. 


CELI : (Certificati di conoscenza della lingua italiana) 


Los certificados son otorgados por la Universidad para extranjeros de Perugia y los exámenes se articulan sobre la base de las directrices del MCER ofreciendo seis niveles de dominio del idioma. 
El Ministero dell’Istruzione, dell’Università e della Ricerca (MIUR) reconoce el CELI 3 como certificación de la lengua italiana apta para la inscripción a la Universidad en Italia. También es un título que puede utilizarse tanto en el contexto formativo como laboral. 
Principalmente los destinatarios son adultos escolarizados aunque el ente ofrece también pruebas para adolescentes e inmigrantes no escolarizados. 
Los certificados presentan el sello de calidad europeo (Q Mark) emitido por el ALTE y los exámenes se desarrollan en tres sesiones anuales tanto en Italia como en el extranjero. 


CILS: (Certificazione di Italiano come Lingua Straniera)  


Es un título oficialmente reconocido a nivel internacional, emitido por la Universidad para extranjeros de Siena y reconocido por el MIUR. El origen de la certificación se estima empezó en 1588 cuando Fernando I de’Medici creó una escuela para la enseñanza del italiano y actualmente es miembro del EALTA y ALTE. 
Esta certificación ha sido la primera en adoptar las directrices así como los niveles del MCER así como la primera en realizar pruebas específicas para trabajadores extranjeros que necesitan trabajar en Italia. 
En cuanto al reconocimiento de los títulos los certificados CILS son válidos tanto para el ámbito labora como el formativo/universitario. La obtención del CILS A2 permite así mismo la obtención del permiso de residencia de larga duración. En cuanto a exámenes hay dos sesiones por año en sedes nacionales y extranjeras y también existen pruebas para niños, adolescentes e inmigrantes con escasa escolarización. 


IT - Roma 3


IT es una certificación otorgada por la Universidad degli Studi Roma Tre y reconocida por el MIUR y Cooperación Internacional. Adaptándose a las directrices del MCER, sus exámenes están divididos en seis niveles y se llevan a cabo en diferentes sesiones anuales tanto en el Centro Lingüístico de Ateneo de la Universidad de Roma Tres y en otras instituciones oficiales extranjeras como los Institutos de Cultura Italiana.
Tienen validez tanto en el ámbito laboral como educativo y están destinados principalmente a estudiantes extranjeros. Para la obtención del permiso de residencia es necesario obtener el título A2 mientras que para todos aquellos que deseen inscribirse en una universidad italiana tendrán que acreditar el nivel B2. 

PLIDA (Progetto Lingua Italiana Dante Alighieri)

Este certificado, otorgado por la Sociedad Dante Alighieri, está reconocido por el MIUR y permite fundamentalmente el alcance de tres objetivos: certificar el conocimiento del idioma; inscribirse a la universidad italiana sin necesidad de hacer un examen de lengua (mínimo B2-C1); obtener el permiso de residencia de larga estancia. La certificación se adapta a las directrices del MCER, diferenciando sus exámenes en seis niveles. También ofrece exámenes PLIDA Juniors para adolescentes adaptándose a temas inherentes a estas edades. 


AIL (Accademia Italiana di Lingua)

Estas certificaciones, reconocidas a nivel internacional y adaptadas a las directrices del MCER, se diferencian de las demás por los siguientes motivos: ofrecen la posibilidad de obtener el reconocimiento de lengua comercial y además el examen DILC BI está reconocido en todas las escuelas de Suiza. La certificación tienen una orientación mucho más comercial y cotidiana con respecto a otras certificaciones. De hecho surge como diploma otorgado por el AIL, una asociación de escuelas, instituciones y expertos nacionales e internacionales relacionados con el mundo de la enseñanza. 
Con sede en Florencia, los exámenes se realizan dos veces al año. 


Ahora bien, tras un breve análisis de las certificaciones italiana, puedo concluir afirmando que cada una de ella es válida a nivel internacional aunque la elección de una u otra dependerá de la finalidad que queramos alcanzar. Obviamente lo mejor hubiese sido la unificación de todas estas certificaciones en un solo ente emisor, tal y como acontece con el español, aunque es cierto que los intereses económicos que giran alrededor de este tema no pueden omitirse. 
Es evidente que la presencia de múltiples entidades que ofrezcan más o menos la misma certificación es la evidencia de un país que podría mejorar en cuanto a organización de la acreditación del idioma italiano. 
Personalmente creo que el ejemplo español debería ser un ejemplo a seguir aunque es cierto que para el DELE ampliaría la oferta formativa como por ejemplo a ámbitos comerciales o business. 
Gracias por vuestra lectura, 

Un saludo 

Sonia!

2 comentarios:

  1. Hola Sonia,
    me parece muy interesante y comparto completamente lo que dices en esta entrada de tu blog.
    Después de ver el tema 3 en clase, quise mirar las certificaciones de la lengua italiana, ya que nunca me interesé en ellas por ser hablante nativo de italiano, y justo descubrí que, como tú dices aquí, existen muchísimas certificaciones oficiales de la lengua italiana, un poco como pasa con la lengua inglesa.
    Como tú, pienso que la existencia de tantas diferentes certificaciones por un solo idioma sea algo exagerado y en ciertas ocasiones inútil. Utilizando como ejemplo la lengua inglesa, descubrí por mi cuenta que las universidades australianas no aceptaban mi certificación de Cambridge y obligatoriamente tenía que sacar un certificado de IELTS o de TOEFL. Lo cual personalmente no me tiene sentido, primero porque me parece que los exámenes de Cambridge y los de IELTS tengan objetivos y finalidades muy parecidos, y segundo porque el TOEFL es un certificado más especifico de la variedad americana del inglés, que, por consiguiente, no tiene nada a que ver, en este caso concreto, con la variedad australiana del inglés.
    Por esas y más razones pienso, como tú bien dices, que deberían existir pocas certificaciones de cada idioma y que estas se dividan en diferentes ámbitos bien específicos.
    Gracias por las informaciones que proporcionaste con esta entrada de tu blog.
    Un saludo,

    TatiVendra

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  2. Hola Tatiana, gracias por tu comentario. Efectivamente la extensión de las certificaciones presentes no sólo para el italiano sino también para una multitud de idiomas me parece totalmente exagerado, más bien, totalmente unido al concepto de lucro.
    No obstante, creo que cada una de las certificaciones que he presentado tienen pequeños matices positivos que una u otra de las demás no tienen. Por lo tanto sigo afirmando que debería haber una unificación de las múltiples certificaciones en una sola y esta última debería ser parecida al DELE ya que, por experiencia, me pareció muy bien estructurado y fácil de aplicar a contexto internacionales.
    Un saludo!

    Sonia

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