Vivimos en un mundo en constante cambio. Cambia la política, las costumbres, las tendencias religiosas y por supuesto el idioma que se adapta y modifica en base a estos cambios. El análisis del MCER ha puesto en mi cabeza una reflexión relacionada principalmente con el concepto de bilingüismo y plurilingüismo asociado a la importancia de los idiomas dentro del contexto europeo.
Siguiendo el esquema en el cual un sujeto lleva a cabo diferentes procesos cognitivos tanto de elaboración como reelaboración de los mensajes en determinado contexto, resulta claro que, a la hora de hablar de idiomas, este proceso se ve dificultado por la necesidad de interpretación y transposición de otra lengua que no sea la propia del hablante.
No obstante, me parece un fenómeno excepcional el hecho de que el hombre pueda tener la capacidad de poder aprender varios idiomas simultáneamente, una capacidad que ha de ser fomentada ya que permite una mayor tendencia a la posibilidad de convertirnos en seres tolerantes. El fomento de la enseñanza de los idiomas se transforma por lo tanto, no sólo en un punto de partida necesario para un mundo mejor, sino en un pilar básico para el alcance de una sociedad tolerante y ecuánime. Por estas razones que son por un lado la necesidad del plurilingüismo en una sociedad globalizada como la nuestra, y por otro el multiculturalismo, acciones como el establecimiento del MCER son el punto de partida más acertado para el futuro alcance de una sociedad plural, multiétnica y finalmente plurilingüe.
Introducida la premisa, me gustaría empezar esta reflexión teniendo en cuenta las aportaciones dadas por Noam Chomsky sobre el bilingüismo y el plurilingüismo ya que comparto plenamente lo afirmado por el creador de la gramática generativa. En unas jornadas previas a su investidura en Tarragona en 1998, el profesor afirmó lo siguiente: “las sociedades monolingües lo son a costa del "asesinato" de otras lenguas; además el concepto de "lengua nacional" es relativamente nuevo y que lo habitual en el mundo no es el monolingüismo, sino la convivencia de dos o más lenguas”.
Coincidiendo de forma plena con las aportaciones dadas por el profesor, cabe recordar que desde los inicios de la historia humana, el hombre ha modificado su forma de comunicarse adaptándose a los contextos y, a menudo, ha tenido que emplear varias fórmulas de comunicación. Pensemos por ejemplo a los dialectos. Cada país tiene un “idioma nacional”, pero también es cierto que a este se suman otros tantos dialectos que permiten la comunicación cotidiana entre sus ciudadanos. Si a ello sumamos todo el conjunto de lenguas nacionales y dialectos autóctonos es evidente que las lenguas y sus usos influencian directamente nuestras vidas, tal y como siempre lo han hecho. La necesidad de uso y empleo de varios idiomas ya no sólo es un privilegio para los más ricos; la obligatoriedad de adaptarse a la globalización, con todo lo que conlleva, tiene aparejada la necesidad de uso de una o varias lenguas extranjeras por parte de jóvenes y menos jóvenes, independientemente de su casta. Afortunadamente el aprendizaje de las lenguas extranjeras ya no son un privilegio para pocos, sino para todo aquel que desee aprender gracias al uso de las TIC. Pensemos por ejemplo en los años que siguieron la transición en España en cuanto a uso de idiomas (aunque también lo mismo podría decirse para Italia). El francés como primera lengua y sucesivamente el inglés entraron a formar parte del currículo educativo y poco a poco han ido imponiéndose como materia troncal así como básica dentro del conjunto de conocimientos y aprendizajes exigidos al alumnado.
Por la importancia que adquieren las lenguas en nuestro entorno, y no hablo sólo del entorno laboral sino también del entorno social (pensemos por ejemplo a las migraciones, el incremento de las personas que viajan al extranjero, tanto por trabajo como por placer, así como el uso de los idiomas extranjeros como términos comunes en el día a día - computer, jeans, wi-fi), considero que la implementación del MCER ha de considerarse ciertamente una fórmula idónea para la superación de barreras producidas por los distintos sistemas educativos de Europa. Aunque no quisiéramos estamos destinados a estar sumergidos en un mundo plurilingüe y es deber nuestro tratar de adaptarnos para favorecer la creación de una sociedad tolerante, respetuosa y capaz de convivir con otras culturas.
Hoy en día parece que el bilingüismo, o mejor dicho (para muchos países ya presente) el plurilingüismo, es un concepto que está cobrando cada día más relevancia, más en concreto en las instituciones educativas, quienes parecen estar dejando de lado la simple imposición de una lengua extranjera para orientarse hacia la enseñanza de varios idiomas. Ahora bien, si la educación ha de concebirse como un medio para la mejora de la humanidad, resulta evidente en cuanto a enseñanza de los idiomas (y por lo tanto fomento de las capacidades comunicativas del hombre), que todo país trate de armonizar su legislación con la legislación internacional de tal forma que, de una manera colaborativa y altruista, podamos alcanzar niveles óptimos de enseñanza-aprendizaje de los idiomas en todos los países.
Con todo, ser plurilingüe parece ser beneficioso por múltiples razones: permite en primer lugar mantener entrenado el cerebro ya que a través del habla de varios idiomas, según varios estudios, se fomenta un retroceso de las enfermedades degenerativas; nuevamente, varias investigaciones afirman que ser plurilingüe permite ser también una persona multitarea capaz de procesar varias tareas simultáneamente así como desarrollar la creatividad en niveles muchos más altos con respeto a otros sujetos que no lo son (más información acerca del tema “Los beneficios de un cerebro plurilingüe”.
Hoy en día parece que el bilingüismo, o mejor dicho (para muchos países ya presente) el plurilingüismo, es un concepto que está cobrando cada día más relevancia, más en concreto en las instituciones educativas, quienes parecen estar dejando de lado la simple imposición de una lengua extranjera para orientarse hacia la enseñanza de varios idiomas. Ahora bien, si la educación ha de concebirse como un medio para la mejora de la humanidad, resulta evidente en cuanto a enseñanza de los idiomas (y por lo tanto fomento de las capacidades comunicativas del hombre), que todo país trate de armonizar su legislación con la legislación internacional de tal forma que, de una manera colaborativa y altruista, podamos alcanzar niveles óptimos de enseñanza-aprendizaje de los idiomas en todos los países.
Con todo, ser plurilingüe parece ser beneficioso por múltiples razones: permite en primer lugar mantener entrenado el cerebro ya que a través del habla de varios idiomas, según varios estudios, se fomenta un retroceso de las enfermedades degenerativas; nuevamente, varias investigaciones afirman que ser plurilingüe permite ser también una persona multitarea capaz de procesar varias tareas simultáneamente así como desarrollar la creatividad en niveles muchos más altos con respeto a otros sujetos que no lo son (más información acerca del tema “Los beneficios de un cerebro plurilingüe”.
De hecho, me parece correcta la creación de un marco que proporcione una base común para la elaboración de programas de lenguas, orientaciones curriculares, exámenes, manuales, ya que si queremos adaptarnos al contexto globalizador por el cual dependemos, no nos queda otra opción que adaptarnos a sus exigencias. Además el plurilingüismo es la base para una sociedad tolerante, capaz de respetar otras culturas y disponer de una mentalidad abierta.
En definitiva, ser plurilingüe parece ofrecer muchas más ventajas que desventajas.
Gracias por tu lectura!
¡Hola, Sonia!
ResponderEliminarEn primer lugar, felicidades por tu entrada. Me ha gustado que hayas incluido la aportación del profesor Noam Chomsky sobre el asesinato lingüístico que se lleva a cabo en las sociedades monolingües. Coincido totalmente contigo y con él en que no es concebible la comunicación simplificada a una sola lengua dentro de una misma comunidad. No somos conscientes de la cantidad de genocidios lingüísticos que se han producido a lo largo de la historia y del número de lenguas que actualmente se encuentran en peligro de extinción. Hay países con una variedad increíble de idiomas y, sin embargo, estas lenguas son totalmente desconocidas y se encuentran en vías de desaparición, como es el caso de Perú, donde existen 48 lenguas indígenas y, en consecuencia, 4 500 000 de personas que hablan una lengua diferente al español. Aquí te dejo un vídeo de la UNESCO que hace referencia a ello: https://www.youtube.com/watch?v=FXefdwABsw8
La imposición de algunas lenguas o, directamente, el imperialismo lingüístico derivan en la creciente discriminación de la población hablante de una lengua minoritaria y en la posterior desaparición de esta última. Así lo ilustra el periódico Universal en el siguiente documental: https://www.youtube.com/watch?v=hgF6OhgY-Mo
Por su parte, Robert Phillipson nos habla del concepto del imperialismo, pero lo enfoca desde el punto de vista de la imposición del inglés. Este profesor de Copenhagen Business School, establece que los intereses económicos llevan a considerar o más bien exigir el inglés como un requisito indispensable en las vidas de la mayor parte de la población mundial. Este proceso recibe el nombre de imperialismo lingüístico y deriva en la dominancia de una sola lengua: https://www.youtube.com/watch?v=OHSlohZqAGc
El plurilingüismo es el término contrario a esta concepción de la lengua, ya que este nos permite ver los idiomas como algo que va más allá del mero uso instrumental. Las lenguas nos ayudan a reflexionar, a adoptar un sentido crítico, a tolerar, a valorar, etc.
Obviamente, yo no tengo nada en contra del inglés, es un idioma que adoro y llevo años estudiando. No obstante, me agradaría que se pudiese enseñar a las personas a apreciar las lenguas por algo más que su utilidad. Por ello, espero que podamos llegar a popularizar las lenguas minoritarias y que realmente haya un punto de nuestra historia en que todas las lenguas se consideren igual de valiosas y contribuyentes a la riqueza del patrimonio mundial.
¡Un saludo!
Hola Andrea,
ResponderEliminarmuchísimas gracias por tu comentario y sobre todo por tus aportaciones con respeto al imperialismo.
Creo que la sociedad actualmente se esconde detrás de una faceta hipócrita que afirma estar siguiendo el patrón de la globalización pero, en el fondo, desea defender lo suyo, seguir la tradición y mantenerse anclada al pasado.
La diversificación de las lenguas presentes en el mundo es una riqueza que tenemos que preservar tratando de eliminar lo que vienes definiendo como imperialismo y adoptando medidas que favorezca el uso (no sólo el estudio) de múltiples lenguas.
Espero debatir este tema contigo dentro de un par de años quizás en un cuarto o quinto idioma que espero ambas dominaremos!
Un abrazo
Sonia